En los prolegómenos del partido, tanto Guardiola como Ferguson dieron sorpresas en las alineaciones. En el equipo culé se quedaba en la banca el capitán Puyol (después nos enteramos de que se operará este verano), y en el equipo red, jugaron los dos delanteros...y Giggs. Yo apostaba en la previa a que Ferguson eligiría entre Chicharito o Giggs, puesto que si jugaban los dos, Giggs actuaría en el medio y ahí sólo vería sombras. Fallé en la alineación ya que jugaron los dos, pero acerté en que el Galés no olería la pelota si jugaba en el medio. Y así fue, tanto Giggs como el resto de su equipo no tuvieron opción de jugar, puesto que les costaba un mundo recuperar la pelota, y cuando la recuperaban les duraba un suspiro. La gasolina al United le duró 10 minutos, casualmente los mismos 10 minutos de la final de Roma. Entonces se justificó aquello a que el gol de Eto´o había cambiado el partido. Esta vez no hay excusas, no hubo gol azulgrana a los 10 minutos y sin embargo los diablos rojos desaparecieron del partido. Sobre los 80 minutos restantes de la final, ya está todo escrito, leído, visto y oído, pero como resumen podrían valer las palabras de Sir Alex Ferguson después del partido. Vino a decir que este Barça es el mejor equipo que ha visto en su vida. Y Fergie tiene 69 años.
Al igual que Los Angeles Lakers de los 80, este equipo de Guardiola está marcando una época, que no sabemos cuando acabará. Pasarán los años, las décadas, las generaciones, y nosotros podremos presumir de haber visto al Barça de Guardiola (con Messi como abanderado). Mientras tanto los amantes del fútbol (independientemente de los colores de cada uno) seguiremos disfrutando del espectáculo, seguiremos disfrutando del Showtime.
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