lunes, 18 de marzo de 2013

Sinergias amarillas

El partido ante el filial madridista es una buena muestra de esa máxima que dice que unas sinergias positivas entre todas las partes otorga más probabilidades de tener éxito, contagiando incluso al destino para que por ejemplo, los disparos de tu rival tras rebotar en la madera se vayan para fuera, cuando con unas sinergias negativas se irían para dentro. Futbolísticamente el duelo fue un ida y vuelta continuo, de área a área donde en cada jugada había perfume de gol, que diría el Mono Burgos. A medida que iban pasando los minutos (especialmente en la última media hora del encuentro) el Castilla inclinaba el campo en una sola dirección. Entonces emergía, con una de las mejores actuaciones que recuerdo de un guardameta, la figura imponente de Raúl Lizoain. El cancerbero insular permitió con sus paradas y su seguridad bajo los palos que Las Palmas mantuviera la estrecha renta, hasta que en los últimos minutos llegó la maravilla de Vitolo y Nauzet para cerrar el partido. En el cómputo general me pareció que el Castilla no mereció perder, con dos disparos a los palos y cuatro o cinco paradas de gran mérito de Raúl. La grada y el equipo van de la mano. No hubo reproches del respetable. Hubo aliento. Así debería de ser siempre. Como en el fútbol inglés. Donde debemos ser felices cuando las cosas van bien, y apoyar cuando las cosas van mal o si los nuestros están contra las cuerdas. Lobera, más allá de sistemas o estilos de juego, ha logrado esas sinergias amarillas. La gente está orgullosa de su equipo, y el equipo da físicamente todo lo que tiene sobre el terreno de juego.

jueves, 14 de marzo de 2013

Ni City ni PSG

A pesar de todos los problemas financieros, el Málaga sigue siendo competitivo. Aunque a la Costa del Sol haya llegado dinero procedente de Catar, no tiene nada que ver con el de otros clubes dirigidos por Jeques, como por ejemplo el París Saint-Germain o el Manchester City. Tantos los franceses como los ingleses pueden competir financieramente en el mercado de futbolistas con los grandes clubes de Europa, mientras que los españoles han hecho un proyecto con una inversión para competir en un nivel similar al del segundo escalón del fútbol nacional, es decir, Sevilla, Atlético, Valencia o Athletic. Esta temporada se han visto obligados a vender a jugados tan importantes como Rondón, Mathijsen, Cazorla o Monreal para cuadrar cuentas. Recordemos que en la previa contra el Panathinaikos jugó como titular un chico de 16 años llamado Fabrice porque no habían más delanteros disponibles en la plantilla. Tras clasificar para la fase de grupos, llegaron sin apenas inversión Iturra, Saviola, Santa Cruz y Onyewu. La UEFA recientemente han sancionado a los malacitanos sin poder participar en la próxima competición europea que se clasifiquen debido a las deudas. Pues así y con todo Manuel Pelegrini ha conseguido que el equipo no se rompa, dirigiendo prácticamente la parte administrativa del club y en lo deportivo, manteniendo (de momento) al equipo en cuarta posición de la Liga BBVA, para lograr además la gesta de darle la vuelta a la eliminatoria frente al Oporto y plantarse en Cuartos de Final de la Liga de Campeones. Probablemente sin la llegada del Jeque Al Thani los andaluces serían un club cuyo objetivo sería militar sin más en Primera División. Pero ni de lejos, el potencial económico del Málaga es similar al del PSG o City. De ahí el gran mérito de todo lo logrado hasta el momento por el conjunto de La Rosaleda.

martes, 12 de marzo de 2013

Trece jornadas después

Gol de la victoria de Jeison Murillo (LFP).
Tres meses y nueve días después, tuve la gran satisfacción de poder volver a ver un partido de Liga en directo, aunque sea por la tele, de la UD Las Palmas. Por motivos laborales no veía al equipo amarillo en la competición doméstica desde la jornada 16, encuentro disputado en El Molinón con resultado de empate a un gol. Mis sensaciones sobre el rendimiento del equipo 13 jornadas después fueron similares a las de por aquel entonces, cuando la Unión Deportiva se encontraba en plena racha de partidos invicta. En aquel tramo de la temporada escribí: "Se puede tener éxito y gustar tanto con el "método" Pelegrini como con el de Simeone. Lobera con un perfil que se podía a priori asimilar al primero, está recogiendo mejores frutos con el del segundo". Y precisamente esa impresión me dejó el encuentro del pasado fin de semana frente al Almería en el Juegos Mediterráneos. Sergio Lobera (todos mis respetos para él por el gran trabajo que está haciendo esta temporada) alude a una filosofía de juego en sala de prensa que en mi opinión no se refleja habitualmente en el terreno de juego (salvo que sí haya sido así en el tramo que he estado ausente).

Insisto, sin ver los partidos de los últimos tres meses (solo he podido ver resúmenes), tras poder visualizar uno completo de Las Palmas tuve esa sensación. El duelo se intuía más o menos por donde podría ir (al margen del resultado) desde el momento que salieron las alineaciones, con el doble pivote formado por Hernán Santana y Javi Castellano. Balón para el contrario y tratar de aprovechar los espacios a la contra, parecía ser la consigna. Tras unos primeros 20 minutos de mucho trabajo para Barbosa, Las Palmas se adelanta a balón parado por medio de Murillo y el segundo llega en un contraataque con galopada copyright de Vitolo (como la del día del Sporting) finalizando Chrisantus. La segunda mitad debido a la injusta expulsión de Vitolo tuvo otros matices diferentes donde destaco, al margen del imperial gol de Murillo en la última acción del choque, el trabajo de Thievy aportando intangibles. Cuando los amarillos estaban embotellados, el francés daba aire al equipo reteniendo el balón, ganaba tiempo mediante saques de banda o forzando alguna falta. Una falta provocó a su vez el gol de la victoria a la salida de un córner.