jueves, 21 de mayo de 2020

The Last Dance y una reflexión futbolística


Anoche terminé de ver los dos últimos capítulos de la serie documental "The Last Dance" de Netflix. Trata de la última temporada de la época dorada de los Chicago Bulls y a su vez hace un repaso a toda la carrera de Michael Jordan y sus 6 anillos de campeón, ganados junto a su escudero Scottie Pippen y su técnico Phil Jackson. El documental es impresionante. Me recordó a mi etapa de adicto a la NBA (reflejada en su día en la entrada Te echo de menos Andrés). Las intrahistorias de los diferentes protagonistas con declaraciones actuales son buenísimas. Sin embargo, los dos últimos episodios (de diez en total) no me gustaron tanto pero no porque no estuvieran al nivel del resto sino por centrarse menos en el formato entrevista y más en resumir partidos, los cuales vi en su momento y además es sencillo acceder a vídeos de aquellos días.

Sobre la figura de Michael Jordan, la parte positiva no me es nada nueva dado que siempre lo he considerado el mejor deportista de la historia. Su mentalidad, concentración, ética de trabajo, el echarse el equipo a la espalda y encestar en los momentos de máxima presión son de sobra conocidos. Sobre el lado negativo, muchas cosas me han sorprendido pero en general sabía de su ego desmedido y que no era una hermanita de la caridad. Cuando concluye el último capítulo, nos cuentan que fue de cada uno de los protagonistas de aquel equipo mítico. De su "Majestad" rotulan que "volvió a retirarse" (ya lo había hecho una vez anterior) pero creo que debieron mencionar su regreso a la NBA tres temporadas después para con 38 años jugar en los Washington Wizards a muy buen nivel dos cursos más.

Por último, y puesto que este es un blog de fútbol, permítanme hacer la siguiente observación: En la serie nos enseñan todo lo bueno pero también la cara B de una mega estrella. Algunos rasgos como la altanería, el mirar por encima del hombro a algunos compañeros y rivales, egoísmo y en definitiva el ir de "sobrao", son muy comunes en muchas figuras del baloncesto de Estados Unidos. El propio Jordan, el malogrado Kobe Bryant, Shaquille O´Neal o Lebron James son algunos ejemplos por citar nombres muy conocidos. En España, estas conductas son aceptadas y los jugadores de basket idolatrados. Ahora bien, si un futbolista tiene alguna/as de las características anteriores, sin ir más lejos Zlatan Ibrahimovic, Neymar o el caso más notorio, Cristiano Ronaldo, es duramente criticado. Para reflexionar.

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